DE LA TORRE DE BABEL… AL SPANGLISH DEL EMIGRANTE
La Torre de Babel era
una edificación mencionada en la Biblia, en el libro del Génesis. El relato
explica el por qué los pueblos del mundo hablan diferentes lenguas. Según estos
escritos, los descendientes de Noé, como únicos seres humanos del planeta que
sobrevivieron al Diluvio Universal (y que hablaban una misma lengua), se
desplazaron hasta la llanura de Senar (Babel), y decidieron construir una torre
tan alta que llegara al cielo. El dios de Noé (Yahweh), al observar la
edificación y la rebeldía, decidió que los habitantes hablaran diferentes
lenguas y así abandonaran la construcción y se esparcieran por todo la Tierra (Wikipedia).
De esa manera se
explica, según la Biblia, la diversidad de lenguas e idiomas en el mundo. Y
pensando en las barreras idiomáticas, y específicamente en el caso de las
personas que emigran bien sea de un país a otro, o de una región a otra en un
mismo país, decidí relatar algunas historias que tienen que ver con los
problemas de comunicación que estas barreras nos pueden imponer. Casualmente, en
días recientes, escuché la canción “Nuestro día (Ya viene llegando)” del
cantautor cubano Willy Chirino, y que habla de su llegada de niño a Miami,
escapando de la “Hoz y al verde olivo, corriendo de esa absurda ideología”, y
en donde describe sus primeros pasos en una nueva ciudad, pero sobre todo en un
nuevo país, con los cambios que eso implicó, comenzando con el idioma.
Ahí empezó la dura
realidad, ¡Ay Dios!
De todo el que se tira
la maroma
De sobrevivir fuera de
su idioma
De sus costumbres y su
identidad.
Pero no tenemos que ir tan lejos para poder experimentar problemas al comunicarnos. Nuestro idioma español es tan complejo, que muchas veces puedes ser difícil entendernos entre personas de países de habla hispana; peor aún, entre personas de regiones diferentes de un mismo país. Eso me remonta a 1972, cuando nos mudamos de Paraguaná en el Estado Falcón, a Maracaibo en el Estado Zulia. Con tan sólo recorrer 450 kilómetros, me tocó casi que aprender a hablar de nuevo. Mi primer “choque” fue cuando fui por primera vez a comprar a una bodeguita (tienda de abarrotes) cercana a la casa; esta ya no se llamaba así sino que le decían “tiendita” o “gatico”… estaba esperando mi turno, cuando el niño que estaba delante de mí, pidió un “polito” de Mantequilla; en dos segundos se me revolvió el estómago al pensar en eso, ya que para mí ,un “polito” era un helado refrescante, por lo general de forma alargada sujeto a un palo plano que permite agarrarlo… ¿te imaginas uno de esos de mantequilla?.. Guácala. Resulta que el polito de mantequilla era una “barra” de mantequilla. Años después tuve que aprender que en el oriente del país les decían a los politos “posicle”; imagino que es una deformación del nombre de la marca estadounidense “Popsicle”.
Momentos más tarde,
quedé en el limbo cuando me preguntaron si lo que compré lo metían en una “busaca”
(bolsa). Menos mal que no pedí “cotufas” (Pop Corn) porque no me hubieran
entendido… “gallitos” era el nombre con el que se le conocían en ese entonces. Recuerdo
también, que la “vuelta canela” se transformó en la “vuelta al rinkín” y las
“bombas” (globos) pasaron a ser las “vejigas”.
En mis primeros años en Maracaibo hice buena amistad con un niño que estudiaba con mi hermana y compartíamos el mismo bus escolar. Como comenté en artículos anteriores, la zona donde yo vivía estaba muy retirada del colegio, por lo que era difícil verme frecuentemente con mis compañeros después de clases, de allí que visitaba a este amigo, ya que su casa tenía un patio bien amplio con grandes árboles y nos entreteníamos jugando en él. Recuerdo un olor muy particular: su abuela siempre preparaba sopas y el olor del “Jojoto” (mazorca de maíz) al hervir me resultaba nuevo ya que no recordaba ese olor en mi Paraguaná natal.
Recuerdo también que su abuela lo llamaba “Papi”, cosa que me llamo grandemente la atención ya que ese nombre yo sólo lo reservaba para mi Papá, y así pensé que debía ser. De unos años para acá se usa esa palabra entre hombres maracuchos como una muletilla… Papi para acá, Papi para allá… como dice un meme: los maracuchos son los únicos que se llaman Papi entre ellos sin que eso signifique una pérdida de hombría… jejeje.
De esa época recuerdo que escuchábamos mucho en la casa de mi amigo el “El Niño
Ponchón“ de Popi, y supe por mi amigo, que un primo de su mamá había compuesto
el popular y polémico tema de gaita de esa época: “María La Bollera” del grupo
Guaco.
Además de un sinfín de nuevas palabras, tuve que aprender a lidiar con recursos “literarios” muy propios de Maracaibo como la Hipérbole (exageración) y la ironía. Por ejemplo: un gran amigo de la urbanización , recién llegaba de vivir varios años en Estados Unidos y estaba esperando en su casa las cosas de la mudanza. Cuando vio en su habitación el espacio donde iba a colocar el aire acondicionado, exclamó a viva voz que el espacio era muy pequeño, que su aire acondicionado era “mollejúo” (de gran tamaño). Por supuesto, cuando llegó el aparato, hubo que “atajarlo” del otro lado porque “pasó de largo” de lo que pequeño que era…. LOL.
En casa de este gran amigo escuché mucho un par de temas de moda de
principios de los 80´s… “Just an illusion”
de Imagination y “Turning Japanese” de The Vapors.
En lo que respecta a
la ironía, allí mis paisanos marabinos son unos expertos. La frase que
considero más representativa es cuando te dicen que alguien “no quiere nada con
vos” … lo primero que piensas es que esa persona te detesta o le caes mal… para
luego entender, que le caes extremadamente bien a esa persona.
En muchas ocasiones
puede ser necesario, para una persona que visite Maracaibo o hable con un
marabino, el uso del “traductor maracucho-venezolano”. Recuerdo una ocasión,
cuando trabajaba en la industria farmacéutica, que un compañero vendedor estaba
conectado en una llamada con mi jefe quien se encontraba en Caracas; y trataba
de explicarle los términos de una negociación que implicaba bonificaciones
adicionales. En la conversación el vendedor le insistía a mi jefe que la
contraparte del negocio estaba “apurado” y necesitaba que éste se cerrara de
inmediato. Le repitió varias veces a mi jefe, que la persona estaba apurada, y
éste le contestaba: pero bueno, que vaya al baño, yo lo espero… menos mal que
en la oficina de mi jefe estaba uno de mis actuales compadres, quien era de
madre zuliana y conocía el idioma, y le tradujo: “apurado” no es que necesita
ir al baño… es que tiene un apuro económico… jejeje.
Y por supuesto que tengo que mencionar la característica más importante de la forma de hablar del zuliano, pero, sobre todo, del maracucho: el “voseo”. El “vos” es el sello de la región; aunque es utilizado en otros lugares tanto de Venezuela como de Latinoamérica, muchos coinciden que no se usa con el sentir apasionado, pegajoso y altisonante de un nacido o criado en tierras zulianas.
Hay que recalcar que en otros lugares se suele decir, por ejemplo: “Vos cantás” o ”Vos corrés”… en el Zulia se dice: “Vos cantáis” o “Vos correís”… algunos consideran que se conserva la elegancia del “hablar cortesano” en frases como “Vos a dónde vaís”… va pues, ahora resulta que somos más castellanos y castizos que Don Quijote… jajaja. Y por supuesto, está la declaración de amor más apasionada entre dos enamorados que pueda existir: “¿A quién queréis vos? ¡A vos! ¿Y vos? ¡¡A vos!!. Y para celebrar el amor, les comparto un tema de Voz véis: “Aunque sea poco”.
Por cierto, esa característica al hablar
compite en el primer lugar del léxico zuliano con una palabra clásica que
cuenta con muchas acepciones… incluso tiene una canción donde está bien
descrita: ”La canción de la ver..”
Cuando viví en el
Oriente del país, me tocó aprender un tercer “idioma”: ya hablaba Falconiano y Maracucho;
a esos le sumaria “eR OrientaR” de la Isla de Margarita. Pasé a ser un “navegao”
(forastero), aunque por cariño me llamaran “míjo”, “compai”, “vergajo” o el
clásico “hijo er diablo”. Un ejemplo de la cantidad de palabras que aprendí a
lo largo de esos años sería éste: el “bisure” (lagartija) de Paraguaná, que en
el Zulia era el “machorro”; en Margarita era denominado el “mato” o el “guaripete”…
era para enredarse. Cabe destacar que las
palabras y expresiones más sonoras, las escuché cuando jugaba truco en el
Tecnológico donde estudié… pero prefiero mantenerlas en mi recuerdo porque no
quiero que me censuren el blog… jajaja. Mejor achiquemos “er” bote con esta
simpática canción del recordado Francisco Mata.
Ahora bien, si fue
duro comunicarme con el español en mi propio país, imaginen al emigrar a otro
país y otro idioma. Vine a Estados
Unidos con mi inglés técnico, ese que te ayuda a leer y escribir, pero no a
hablar y escuchar. En el colegio nos enseñaron mucha gramática, pero creo que
nos hicieron un flaco favor al enseñarnos a traducir las palabras en la mente y
armar las oraciones antes de hablar. Siempre he pensado que debemos “desaprender”
este idioma, sobre todo cuando veo a personas que nunca aprendieron algo de
inglés y aprenden muy rápido, ya que aprenden como los niños: pensando en
inglés. Y hablando de enseñar el idioma, recuerdo el sketch cómico del Profesor
de Inglés Trinity en el programa Radio Rochela y su famosa frase: “no puede pa´
pierde con nadie”. Su forma particular de hablar el español con acento inglés se
me hizo muy parecida a la que hace Nelson Martínez con el Super Combo Los
Tropicales en el tema “El Inglesito”.
A pesar de que leo bien el idioma, en ciertas ocasiones suelo interpretar de forma errónea el significado de algunas frase y palabras... y mi esposa e hijos vivieron las consecuencias de esto en una oportunidad. Para celebrar los 30 años de mis morochas (gemelas), decidimos arrendar una casa en Orlando a través de Airbnb para pasar un día celebrando a lo “Harry Potter”, con visita a Universal Studios (gracias Gordilindo) y el respectivo vals de los 2dos quince años, por supuesto, el vals que bailó Harry en la cuarta película de la saga.
La casa tenía una piscina y un jacuzzi, y
cuando regresamos de un día movido de los parques, todos tenían unas ganas
enormes de meterse al agua… pero se los prohibí terminantemente porque en las
condiciones del arrendamiento aparecía (o así me pareció entender), que para
usar la piscina había que anunciarlo al propietario con 24 horas de antelación
y pagar un “fee“ de uso. Al otro día llegamos de pasear y todos estaban acalorados
y con ganas de pasar un rato divertido en la casa, y ya para mí era difícil
detener a todo el grupo para que no usaran la piscina, incluso me dijeron que entre
todos iban a pagar el fee; en ese momento leí de nuevo el reglamento buscando
las instrucciones de como acceder al uso de la piscina, y resultó que la
condición aplicaba sólo para la calefacción en la piscina. Ese día tuve 7
personas en mi contra recordándome la “metida de pata”… casi me linchan. Moraleja:
si no estás seguro, Traductor de “Tío” Google con eso.
Para cerrar, recordé
dos anécdotas graciosas que tienen que ver con el idioma inglés. La primera
tiene que ver con una amiga de la infancia de Paraguaná quién, aparentando que
hablaba inglés, nos decía que “permiso por favor” no se decía “excuse me,
please”, sino “permi, please”…. What?... y pensar que desde joven se vino a
vivir a Estados Unidos; no imagino las que tuvo que pasar con su “inglés”. La
segunda es un cuento clásico dentro de mi familia materna… uno de mis primos
era muy “pasado” (o sea algo desvergonzado y abusador) y le sacaba mucho “la
piedra” (hacía enojar) a mi abuela. Mientras mi tía trabajaba, mi abuela le
hacia el almuerzo a mis primos… Un día este primo llegó palmoteándola y le dijo
a viva voz: Abuela “How are you”?... a lo que ella respondió con enojo: “a mí
no me vengas a joder… la comida te la mandé con tu mamá” (Ella era medio sorda…
jejeje). Y recordando a las abuelas que pelean, pero que al mismo tiempo aman a
sus nietos, me despido con este tema de Wilfred y La Ganga, “Mi Abuela”… Hasta
el próximo mes.
Ruben G. Gil Medina
Franklin
26 de Marzo de 2023
Como siempre, muy bueno...recordar es vivir..te amo manito
ResponderEliminarY no puedo dejar de mencionar a los " arrimaos lingüisticos"[ como yo], que no mas piso limite de otro estado del país y de una vez suelto el modismo!! En Yaritagua ya empiezo a decir "Ah Muundo!" Y en El Venao comienzo con" Qué Molleja, primo"
ResponderEliminarRuben: te faltó el " lampaazoo".
Un abrazoo
Olvide firmar: Rosaura!!
ResponderEliminarExcelente Ruben, sin desperdicio 👏👏👏😘Gracias por compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarCómo siempre Tito Rubén, muy buena...me encantó 👍
ResponderEliminarAnécdota de una amiga:
ResponderEliminar"Estoy en una tienda con mi esposo y mientras estoy en la cola para pagar, le digo que gustaria llevarme un nacimiento. Pero como la caja del nacimiento, estaba en un estante alto, no podia ver el precio. Entonces le digo a mi esposo, “ anda hasta alla y dime cuanto cuesta” el va y regresa con su cara 😏 me dice:
Mafer ese nacimiento esta apartado, alguien lo va a comprar”
YO: 🤔 cómo sabes?
el: pues porque tiene el nombre de la persona escrito en la caja
YO: 🙄 no me cuadra, como se llama la persona.
EL: José, Joseph apellido Damage.
Yo: voy a mirar y para mi sorpresa, José (de Jesús, María y José) estaba dañado (damage) 🤣🤣🤣🤣
por eso, segun él, estaba partado para “Joseph Damage” 🤣🤣🤣. Excelente post mi compa. Alfredo
Cuentas muy detallada y agradablemente las historias.Bendiciones
ResponderEliminarMaravilloso, Gracias!!
ResponderEliminarEnma .
Que clase de mollejero lingüístico tuvisteis negrito jajajajajajaja esta bueno 👌
ResponderEliminarComo siempre una delicia leer tus blogs, y recordar a través de tus historias, las propias💖💖 Saludos e moitos Bicos 😘😘😘
ResponderEliminarMuy bueno, me encantó y el tema musical de mi abuela genial. Muy divertido. Marilis Riera
ResponderEliminarMuy bueno... Excelente!! Gracias por tus escritos!! 👏👏😃
ResponderEliminarNo firme tampoco 😂 Fanny
EliminarMuy buen artículo Presi!!! Saludos
ResponderEliminar👏🏻 👏🏻 👏🏻 👏🏻
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