POR AQUELLOS QUE NO ESTÁN…. RECORDANDO A LOS ABUELOS…
En días pasados recordábamos en un grupo de Whatsapp de la familia, que se cumplían 44 años del fallecimiento de un tío político, y en ese momento comencé a recordar lo que sentí cuando fallecieron algunos familiares durante mi niñez. El primer recuerdo que tengo, siendo aún muy chamito, fue cuando falleció un primito quien por años padeció las secuelas de una meningitis que adquirió siendo un bebé… recuerdo que lo velaron, como era costumbre en esa época, en una casa; en este caso fue en casa de mis abuelos paternos. Parecía un angelito dentro de su pequeña urna blanca, pero lo que más me impresionó, fue que tomaban fotos de él dentro de la urna y con gente alrededor mirándolo…costumbre muy aterradora, la cual volví a experimentar años después cuando vi la película “Los Otros”, donde la protagonista se da cuenta por una serie de fotografías de personas fallecidas, que ella también había dejado de existir y que aún vagaba por este mundo.
Mi segunda experiencia fue con la bella y fuerte señora que ya conocieron en un capítulo anterior, quien era mamá de uno de mis tíos políticos… mi familia y yo vivíamos ya en Maracaibo cuando recibimos la llamada avisándonos que había fallecido en Paraguaná (Campo Shell). En esa ocasión viajé a Falcón acompañando a otro tío político que estaba de visita en Maracaibo (mis padres habían viajado horas antes) y fui por todo el camino pidiéndole a Dios que la resucitara… soñaba despierto que al llegar al velorio ella se iba a levantar de la urna, me iba a abrazar y le iba a decir a todos que había regresado a la vida por mis ruegos…. inocencia pura…
Y el tercer momento fue cuando falleció trágicamente el esposo de mi tía-madrina-comadre; un tío al cual le tenía mucho cariño (en realidad he querido y quiero a todos mis tíos). Como es costumbre en los velorios venezolanos, en cada conversación, alguien contaba algo del fallecido, por lo que, durante el velorio, escuché algo que me impresionó tanto que estaba decidido a escribir una novela donde mi tío sería el personaje principal, y la cuál comenzaría por el final: cuando mi tío se despidió de mis primos premonitoriamente…resulta que estaba con ellos en la playa cuando decidió regresar a Punto Fijo para dejar a mis primos con mi tía y así poder regresar al sitio donde estaba reunido festejando con unos amigos. Durante el regreso les preguntó a mis primitos varias veces si ellos lo querían… a esa edad ese momento me pareció un final perfecto para mi novela, lleno de dramatismo y muy emotivo…. Lo cierto es que esas tres vivencias me enseñaron a valorar a cada persona con la que comparto ya que “hoy estamos, mañana no”.
Por cierto, recuerdo varios discos que tenía mi tío y que escuché mucho
cuando iba de vacaciones y me quedaba en su apartamento… canciones como “El
Cantante Errante” de La Dimensión Latina con Andy Montañez, “One for you , One for Me”, tema de Euro
Disco del grupo La Bionda; pero mi preferido fue el disco de Leroy Gómez,
cantando con el grupo Santa Esmeralda….la balada “You´re my everything” (la
cual fue versionada años después en español por Ana Gabriel y fue tema central
de la película Baila Conmigo protagonizada por Chayanne y Vanessa Williams); y
la canción Disco con influencia de música flamenca “Don´t Let Me Be
Misunderstood”, hicieron de este material, disco de oro en USA, principalmente
por esta última canción.
Cambiando de tema, y dejando atrás lo tétrico, les comento que la gente no me cree cuando les digo que vengo de familias ligadas al hipismo y al cine…. sí, mi abuelo paterno vendía el mejor chivo al talkari que conocieron los asistentes al hipódromo de Paraguaná, y mi abuelo materno era el que proyectaba las películas en el cine de La Vela de Coro por allá por los años 50… jejeje (siempre quise hacer esta broma).
Mi
abuelo paterno era un hombrazo alto y de expresión dura, de esos que cuando los
ves te da miedo hablarles; de él heredé en parte mi buena mano para la cocina
(la complementa mi herencia materna) … tenía una sazón envidiable para el chivo,
pero también para diferentes guisos. Siendo yo un adolescente el abuelo tenía
un puesto de arepas llamado Tostadas El Indio (uno de mis compadres le puso ese
apodo a mi Papá…de verdad que la ascendencia caquetía es clara en mi familia
paterna), y cuando estaba de vacaciones allá en Caja de Agua (una de las zonas
de Punto Fijo) me unía a mi primo y a otros ayudantes del negocio, a cortar en
mitades todas las arepas, y a trocear las verduras que él utilizaría en las
noches, que era el momento cuando funcionaba la arepera. Mientras cortábamos
cerros de tomates y repollo recuerdo que hacíamos apuestas de cualquier cosa
para pasar el tiempo, y un día se nos ocurrió que el que perdía se tenía que
colocar en cualquier parte de la cara un gancho (pinza) de los que se utilizan
para sujetar la ropa en los tendederos. Empezamos a colocarnos los ganchos en
los labios, en las orejas, en los cachetes… imagínense el espectáculo que llegó
un momento en el cual nos desternillamos de la risa ya que parecíamos unos
leones, pero las melenas estaban formadas por puros ganchos guindados por toda
la cara… después de eso nos tomó un par de días para que se nos bajara la
hinchazón.
En la medida que se hacía
más anciano, abuelo ya no podía seguir con el trajín de la arepera y decidió
montar una “bodeguita” en la casa para entretenerse y hacer un dinerito. Recortó
la sala para hacer espacio para el negocio y tenía una ventana a la calle por
donde atendía a los clientes…el cuento más famoso fue el de un día en que llegó
un niño gritando: Señor… señor, véndame una prestobarba (máquina de afeitar desechable)
…abuelo que estaba sentado algo lejos de la ventana respondió: ya va…no me
grites que no soy sordo…como lo quieres, dulce o salado (refiriéndose a un
pan)…menos mal que estaba fino del oído…jejeje. Y por supuesto, hay una canción
que me recuerda a mi abuelo: La Roncona, del Trío Huaricancha… durante las
fiestas decembrinas la colocaba una y otra vez; le gustaba mucho.
A mi abuelo materno no
lo conocí, él falleció cuando mi Mamá aún era niña…lo que sé de él es por las
menciones que hace uno de mis tíos mayores, cuando se refiere al abuelo como:
“mi papa que era filósofo” …aparentemente tenía esa sabiduría y chispa popular
que lo hacían modificar dichos y refranes, sin que estos perdieran del todo su
sentido. Recuerdo mucho el que decía: “juego de manos… agarradera de cu…”; si
lo analizamos, encierra una gran verdad…se puede pasar de “ser alguien de
confianza” a “ser alguien confianzudo” ..y por esa vía se pueden enredar las
cosas.…
Mi abuela paterna fue una hermosa mujer, llegó a ser mencionada junto a sus hermanas, en uno de los
libros que habla de Paraguaná, por ese atributo; con ella establecí una bonita
relación ya de adulto…. de adolescente más bien le disgustaba mi forma de
vestir, ya que cada vez que iba a vacacionar me la pasaba en pantalones cortos.
En esa época me gustaba andar cómodo ya que íbamos mucho a la playa y a nadar a
un jaguey cercano, pero además de usar “chores”, usaba afro y muchas pukas (collares
de piedras o caracoles que se usaban mucho en esa época, las tenia de todos
tipos y colores), suficiente para “sacarle la piedra” a cualquier adulto
conservador en ese momento…recuerdo que cada vez que yo salía de la casa me decía
que me “vistiera”, que me parecía a León
Cocinero; un personaje de la Paraguaná de los años 40 de quien se dice que solo
vestía pantalones cortos…ah mundo mi abuela…También la recuerdo mucho cuando iba
por cuestiones de trabajo a la península y pasaba en las tardes a
visitarla…siempre estaba sentada en el frente de la casa conversando con mis
tías o con alguna vecina y apenas llegaba me preguntaba “mijito, te compongo un
huevito? (traducido: ¿te preparo un plato con huevos?), y yo por “echarle
vaina”, me miraba la entrepierna y le contestaba…Ay Abuela, yo creo que no es
necesario, desde aquí veo que están bien, no necesitan ”compón”…
Y por supuesto, no
podía faltar mi abuela materna, a la que le debo este color “moreno
achocolatado tropical caneloso” (como dice una de mis morochas) la del cafecito
y la lotería viendo Panchita… aún me rio porque al día siguiente que salía el
numero X en algún sorteo, ella empezaba a revisar la sección del periódico
donde aparecía la comiquita de Panchita hasta que conseguía un número o trazo
similar al número ganador y decía: yo sabía, Panchita me lo había dado y no lo
vi… ella también tiene un cuento similar al de mi abuelo paterno… resulta que
por su artritis usaba mucho un esteroide llamado “Decadron” (ella lo llamaba “el
cabrón”); un día una tía que es médico le dijo: mamá, no puedes usar tanto Decadron
porque te va a dejar sorda…a lo que ella respondió: si, sí ..estoy un poquito
gorda…
Abuela también tenía
su sazón, sobre todo cuando preparaba las caraotas (frijoles negros) y el cazón
(especie de tiburón pequeño)…pero lo que más esperábamos todos era que nos
“brindara” de lo que le cocinaba a mi tío menor, su “Nenuco” … ella era muy
celosa con las cosas de él, y hasta le apartada su comida… hacia dos tipos de
almuerzo, uno para el común de los mortales (mis primos y yo), y otro para su
Rey David… con lo que se me hacía la boca agua era cuando ponía a “sudar” unos
bistecs con cebolla, tomate, ajo y comino….el olor y el sabor eran lo máximo,
pero ese plato estaba reservado… aunque de vez en cuando me ofrecía de lo
preparado y yo me sentía dentro de la cofradía de sus preferidos…
Al escribir sobre mis
abuelos quedó poco margen para hablar de música, ya que los recuerdos fueron más
anecdóticos que otra cosa, pero para no perder mi esencia recordaré canciones
de momentos o vacaciones en casa de mis abuelos…a finales de los 70 en casa de
mi abuelos paternos se oía, como en todo Punto Fijo y zonas aledañas, mucha
guaracha y música bailable de “órgano”…recuerdo como mis tías “dejaban las patas”
bailando el Óle con óle de los Masters, Amparito de Los Melódicos, y una
canción de Salsa que me gustaba mucho y con la que descubrí, que también los
peruanos hacían buena salsa: Sacúdete y Menéate de Enrique Lynch y su Orquesta
(aunque era argentino de nacimiento, se radicó en Perú).
En casa de mi abuela
materna, por supuesto, se oía lo que a mi tío menor le gustaba… siempre fue un admirador de Alí
Primera y de la canción protesta…lo recuerdo tocando el cuatro y cantando “No basta rezar”; sin embargo hubo una época en que nos “saturó” repitiendo
día, noche y madrugada, un disco del cubano Carlos Puebla, principalmente
repetía una y otra vez el tema “La OEA es cosa de risa”, haciendo énfasis en
las carcajadas del coro (era su parte favorita, nos contagiaba con la risa
fingida, tipo Fantasmagórico) ….aunque lo más divertido era cuando
parrandeábamos; su tema favorito cuando tocaba el
cuatro era “La Paloma”, un tema jocoso, con el que más de una vez estuvieron a
punto de sacarnos de alguna fiesta o reunión por “indecentes”…el coro decía
algo así como: “Vuela la paloma, en su palomar, porque esa paloma, no puede
volar…si puede volar…no puede volar”…y continuaba con una serie de estrofas muy
subidas de tono, las cuales dejaban, al famoso Caimán de “Barranquilla”,
reducido a una simple “Babilla”… y cerré con rima y todo… jejeje..
Ruben G. Gil Medina
Franklin
16 de abril de 2022
Excelente, sencillo, emblemático, enmarcado en tiempo y referencias exactas.
ResponderEliminarHermosos recuerdos...te amo hermano
ResponderEliminarSaludos Primo 🙏 Un Abrazo y felicidades por su Blog 👍
ResponderEliminarEscribí antes pero no sé que pasó con mi comentario. Nuevamente te felicito por este blog, me encantó tu relato, y de tus abuelos paternos te diré que guardo gratos recuerdos, mi papá (QEPD) y mi mamá actualmente, relatan que la comida de su boda la hizo tu abuelo, fue un regalo, y fué nada más y nada menos que su espectacular chivo al talkari!! Muchos éxitos primo querido. Tienes una seguidora más 😘🤗🤩
ResponderEliminarExcelente! Vivencias y experiencias muy parecidas, propio de las familias falconianas, donde siempre hubo y hay familiares con diversas características, pero sobre todo jocosos que nos alegran la vida y queda mucha tela para cuentos y recuerdos. Abrazos primo!
ResponderEliminarFidel Bracho Tremont
ResponderEliminarDel muerto al bollo puej, así llamaría a éste espectacular artículo 🤣🤣🤣🤠
ResponderEliminarLa Panchta de abuela🥹🥹🥹 te falto su marranito, Mi mamá lo
ResponderEliminarPrepara igual con la misma
Sazón ❤️
Ahora tengo que buscar la letra de la paloma a ver si era el bar bunny de la época jajaj
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarHermoso!!!!
ResponderEliminar